Intrusos

 

Antes de ser casa rural esta casa estuvo deshabitada mucho tiempo, durante las décadas de los 70 y los 80 del pasado siglo XX. Todo el pueblo se quedaba vacío durante algunos inviernos de aquellos anos. Otros anos se quedó sola Adelaida «cuidando» del pueblo. Algunas gentes desconocidas pasaron algunas noches aquí, buscando abrigo en esta casa. No dejaron más huella de su paso que algunos cabos de vela. No se llevaron ningún mueble, ni ninguna cuchara, ni ningún apero de la casa. No dejaron basura. No rompieron ningún mueble, ni una botella, ni siquiera se puede decir que forzaran la puerta. La antigua puerta de madera, medio podrida, no era un gran impedimento para entrar. Sin embargo, aquellas gentes allanaron una propiedad privada. Al año siguiente se pusieron unas buenas puertas de hierro para que nadie pudiese entrar.